¿Necesita un crédito rápido? Seis preguntas que debe responderse antes

4 Enero 2016

Cuando un apuro económico inoportuno nos pilla con la cuenta de ahorro bajo mínimos, puede que un crédito rápido nos ayude a salir airosos pero, nunca hay que olvidarse que, aunque nos prometan flexibilidad en la cuota para pagar mes a mes y ciertas comodidades de devolución, no dejan de ser un producto de financiación para casos muy concretos.

“Hasta 300 euros en 24 horas” o “Consigue 3.000 euros y devuélvelos como quieras”, son algunos de los lemas de las entidades que ofrecen los créditos rápidos, un tipo especial de financiación que en ocasiones se encuentran al margen del panorama bancario y que comercializan entidades de capital privado, y en otras son entidades de crédito a la antigua usanza. Sus principales características son la baja cuantía por la que se conceden estos créditos, así como la flexibilidad de los plazos de su amortización, lo que lo convierten en productos atractivos, sobre todo cuando se atraviesas necesidades urgentes de liquidez.

Principios de año y la época estival son los momentos más habituales en la búsqueda de crédito extra para abordar ciertos gastos. Aunque son un producto muy socorrido cuando la urgencia económica se impone, no son un tipo de crédito que podamos contratar “a la ligera” por muchas facilidades que nos ofrezcan estas empresas financieras, ya que, como en cualquier otro producto en el que el dinero sea el protagonista, la letra pequeña hace su presencia.

Muchas veces es tan caro solicitar un crédito rápido como disponer del saldo de una tarjeta de crédito. Por ello a veces tener una tarjeta que no obligue a cambiar de banco, como la tarjeta oro de Obsidiana o la del Citibank, es la mejor forma de disponer de un crédito rápido en cualquier momento.

Lo más inteligente es no dejarse llevar por la publicidad que rodea este tipo de productos y tomar una decisión basada en la comparación de diferentes ofertas y un análisis en profundidad de nuestra situación económica, así como de la capacidad para hacer frente a una deuda, por muy bajo que sea su importe.

Aunque la prisa por encontrar solución financiera nos apremie, debemos tomarnos el tiempo suficiente para hacernos las siguientes preguntas:

1. ¿Cuánto dinero necesito? Las empresas de crédito ofrecen desde 50 a 10.000 euros dentro de su oferta de créditos rápidos. Si la cuantía es pequeña, pregúntate si no hay ninguna otra forma de financiación posible, y si se trata de un caso puntual y extremo que necesite de la contratación rápida de este tipo de producto.

2. ¿Cuánto me cobran de intereses? Empresas privadas como CreditoPocket ofrecen pequeños préstamos para necesidades muy puntuales a los que ajusta su coste en función de la cantidad, con un TAE real muy alto. BigBank, es una entidad de crédito que opera en Estonia, Letonia, Lituania, Finlandia y España; dispone de un tipo de interés que varía entre el 9 y el 14%, al que añade un coeficiente de riesgo en función del historial crediticio del cliente. Cofidis es una entidad financiera que inventó hace más de 20 años la venta de créditos a distancia, algo completamente revolucionario en su momento; ofrece en su línea de créditos rápidos, financiación con un tipo de interés variable que ronda el 22%.

3. ¿Puedo devolverlo desahogadamente o el plazo que imponen me queda “justo”? Decidirse por contratar un crédito rápido supone un compromiso firme de devolver el dinero prestado junto con los intereses en un corto espacio de tiempo. Hay que tener en cuenta que los intereses que aplican estas entidades son los más caros del mercado, y no es nada conveniente retrasarse en este tipo de pagos.

4. ¿Puedo solicitar el crédito sin presentar ningún tipo de documentación o nómina? Es posible que la entidad no nos pida explicaciones acerca de la finalidad del dinero que solicitamos, pero será inevitable enviar cierta documentación. El DNI será imprescindible, así como la última nómina, fotocopia de la pensión o declaración del IRPF y pago a la Seguridad Social en caso de ser autónomo. También será necesario una copia del recibo bancario más reciente en el que aparezca el ingreso de alguno de la nómina o pensión, cuenta bancaria en la que se procederá al ingreso del dinero que se solicite en el crédito. Entidades como BigBank o Cofidis solicitarán que el interesado también se encuentre al corriente de sus pagos.

5. ¿En el contrato especifica que tengo que poner como garantía algunos de mis bienes muebles o inmuebles? No es la mejor opción poner como garantía nuestros bienes para que nos otorguen el crédito, ya que supone un riesgo para nuestras propiedades personales. Por eso es fundamental leer con detalle el contrato del préstamo para localizar aspectos como este entre la letra pequeña. Sin embargo, pese a que no hipotequemos una propiedad, hay que saber que en el caso de un impago nos podrían embargar nuestras propiedades y, en el peor de los casos, instar a la subasta judicial del bien si no pagamos.

6. ¿Qué pasa si ya tengo deudas pendientes o estoy inscrito en ficheros de morosos? Estas entidades financieras confirman los datos y la solvencia del solicitante, para conocer si estará en condiciones de hacer frente a la deuda. La inclusión en cualquier fichero de morosos denegará la concesión de préstamos. Todas cuentan con criterios de riesgo y estar incluido en una lista como la de la ASNEF es bastante limitador, ya sea para conseguir un crédito rápido o un préstamo bancario.

Informarse de las condiciones que ofrecen, disponer de un simulador para conocer nuestra capacidad de ahorro y de deuda y estudiar las condiciones en las que nos prestarán el dinero, resulta imprescindible para que los créditos rápidos en este tipo de financieras se realicen cómodamente y sin imprevistos.

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